lunes, 24 de agosto de 2015

Lo que sé de Lo que sé de la lluvia

Los taxímetros son los sicarios del poeta

Subo a un taxi. Me siento cómodo, a la derecha. Todo está aparentemente en orden. Sin embargo, hay algo en el ambiente que me indica que esa carrera va a ser distinta. Lo compruebo cuando el taxista me mira por el espejo retrovisor y, en silencio, me pregunta dónde me lleva.