domingo, 13 de abril de 2014

La mujer loca de Millás

El pasado mes, en marzo, Juan José Millás publicó su último libro: La mujer loca. “Una novela que miente, una novela de verdad” presenta la banda roja de la editorial Seix Barral. Y es eso: un diálogo de inquietudes gramaticovitales entre la protagonista, Julia, y el doppelgänger (desdoblamiento) de Millás, el autor, narrador y paciente.

La novela es complejamente sencilla, como su autor. El tema (la originalidad de la falsedad, y viceversa), el contenido, es abstracto, filosófico, por momentos paranoico; ahora bien, la sintaxis (o mejor, la metasintaxis), la forma, es tan clara, tan espontáneamente perfecta, tan Millás (se podría decir ya, creando merecidamente un estilo propio), que facilita al lector la comprensión y el seguimiento del desnudado nudo que la literatura deshace de la locura.

martes, 1 de abril de 2014

Sociedad y educación

                                                          
SOCIEDAD, FAMILIA Y EDUCACIÓN
PRÁCTICA Nº 1
ALUMNO: IGNACIO BALLESTER PARDO
Prof. Dra. Gladys Merma Molina


MANIFIESTA TU ACUERDO O DESACUERDO CON LOS SIGUIENTES ENUNCIADOS. ARGUMENTA TU RESPUESTA

1. La educación, más que para acumular conocimientos, tiene que ser para formar seres humanos capaces de comprender el mundo, descubrirse a sí mismos, identificar sus talentos, definir una filosofía y un proyecto de vida que le permita a cada uno aprovechar todas sus potencialidades y avanzar hacia su plena realización. En cambio, la instrucción es la capacitación que se da a un individuo para que esté en posibilidad de realizar un tipo de trabajo en específico.

La educación y la instrucción son enseñanzas distintas. La primera, la básica y la más olvidada, tiene como objetivo individualizar a la persona: es decir, permitirle un uso autónomo y crítico para así poder formar parte de la sociedad; en cambio, la segunda, la secundaria y, tristemente, la más habitual, ofrece las directrices útiles para hacer algo con éxito. La educación es humana, mientras que la instrucción es laboral.


2. La inteligencia es el conocimiento científico, pero también la culminación de la inteligencia es la conducta idónea. El ser humano nace con necesidades que tiene que satisfacer, no sólo lo biológico. La vida es una sucesión interminable de problemas y estos no son sólo datos como los que encontramos en un ordenador. La inteligencia es el conjunto de operaciones que nos permiten salir adecuadamente de una situación problemática. Algunas de esas operaciones son cognoscitivas (ver, relacionar, compara, inferir, recordar), pero hay otras operaciones evaluativas, constituyen el campo de la experiencia afectiva.

            La inteligencia es muy amplia. El hecho de que reflexionemos sobre estos conceptos ya conlleva una inteligencia, pues esta no solo se consigue o se cultiva con datos y teorías, sino que la práctica, “el conjunto de operaciones que nos permiten salir adecuadamente de una situación problemática”, es lo que realmente culmina y afianza una experiencia necesaria para mejorar a la sociedad y prosperar.


3. El adiestramiento es aprender y dominar una destreza al realizar una tarea concreta y específica, no un conocimiento conceptual. Se domina por imitación y repetición hasta el automatismo.

            El adiestramiento es útil para animales, pues no compartimos lenguaje (al menos todavía), pero para un ser humano que razona, es incomprensible. ¿Qué sentido tiene adiestrar a alguien a parte de confirmar una ineptitud? ¿Quién es quién para estar seguro de que lo que adoctrina es lo idóneo? Somos seres erróneos, por ello debemos evitar que nos imiten (“hasta el automatismo”). Solo superando los defectos humanos, inteligentemente, alcanzaremos una educación.


4. Los procesos que suceden en las aulas, en las situaciones de educación formalizada pueden intentar o no cubrir todos los aspectos de la persona del educando. En virtud de qué resortes y cómo pretenden activarlos, tendremos unos modelos u otros de efectuar la relación educante.

            El aula es el espacio donde se desarrolla la madurez del intelecto. El joven ser humano que acude a su pupitre debe relacionarse con el resto de alumnos, pero también con el docente. Los educandos se modelan, para bien o para mal, a través del educador; y viceversa. Educador y educando, pues, son elementos de una misma necesidad: la educación.


5. La educación es un proceso activo del sujeto que se educa, es decir, el educador promueve, refuerza, ayuda a alguien para que se eduque; no obstante, lo que realmente educa es la puesta en acción de los conocimientos del sujeto.

            La educación es incompleta sin práctica. La teoría es la base de una experiencia real y vital. De ahí que sean fundamentales las nuevas propuestas que se vinculan con los espacios y el uso. El enfoque comunicativo, por ejemplo, pretende eso: no usar como base la gramática para aprender una lengua, sino su manejo en el contexto, su uso.


6. El hombre es educable a lo largo de toda su existencia, o si se quiere posee "educabilidad". Ese “hacerse” esencialmente humano se sustenta en la posibilidad de modificación, de cambio, de perfeccionamiento, en su caso. Desde una perspectiva operativa y funcional, la educabilidad se irá definiendo y concretando en función de la calidad-cantidad de interrelaciones del individuo con el medio.

            Algo que me aterroriza es la muerte. No el fin en sí, sino la pérdida. El desperdicio de esa educación que crece y se enriquece durante la existencia me irrita. ¿Cómo se puede mantener y heredar la inteligencia? A través de los libros, de la comunicación, de las relaciones humanas y, sobre todo, de la práctica. La persona aprende y aprehende, y tras su muerte no se desprende totalmente de la educación que adquiere si otro más joven la renueva. Esa es la base y causa de un mundo mejor: de una sociedad.


ESCRIBE DOS EJEMPLOS DE INSTRUCCIÓN, DOS DE FORMACIÓN Y DOS DE EDUCACIÓN

Ejemplos de instrucción:

-Enseñar a sentarse a un perro.
-Ordenar el desfile de un ejército.

Ejemplos de formación:

-Ordeñar a una vaca.
-Clavar un clavo.

Ejemplos de educación:

-Leer.

-Pensar.