Joan Manuel Serrat a la guitarra y Joaquín Sabina animando el cotarro |
Anoche a las tantas de la madrugada
todavía quedaban cientos de fervientes seguidores de Sabina y Serrat en los
pubs del centro de Murcia. La mayoría de ellos, ataviados con el famoso bombín
y bastón del primero, seguían tarareando las canciones que de ambos se seguían
escuchando.
Y
es que fue un conciertazo. A las siete y media ya formábamos una extensísima
cola que rodeaba la Plaza de Toros murciana, frente al antiguo estadio de
fútbol de la Condomina. El ambiente pronosticaba una noche memorable: y así
fue. Después de varios conciertos del ubetense suspendidos por las inclemencias
climatológicas, la lluvia permitió que miles de personas abarrotaran el ruedo y
parte del graderío. Unos pájaros muy graciosos personificaban la voz de Joaquín
Sabina y Joan Manuel Serrat para presentar, intermediar y despedir a estos
artistas con mayúsculas. Las últimas canciones que compusieron ambos en su
reciente álbum “La orquesta del Titánic” fueron interpretadas con un juego de
luces, proyecciones y decorados espectaculares. Mención aparte también merecen
los músicos (entre los que destacaba el gran Pancho Varona) y las
despampanantes coristas. 19 días y 500
noches, Mediterráneo, Princesa, Señora, Por el Boulevard de
los sueños rotos, Caminante no hay
camino fueron los temas que más levantaron el ánimo de los que habían
pagado 45 euros; pero, sin duda, el más pasional, fue el sentido homenaje a la
recién fallecida Chavela Vargas. Las lágrimas de muchos se deslizaban por las
mejillas de los que coreaban "¡Viva México!" mientras ondeaban una bandera en las
primeras filas. Pese a que Serrat y Sabina se caracterizan por cantar ‒y muy
bien‒, la voz aterciopelada de uno y lijosa de otro logra ensimismar a las masas
cuando debaten sobre la crisis, los recortes, la cultura, Murcia o sobre las
adaptaciones que producen el intercambio de sus clásicas melodías. El hecho de
que el catalán cogiera el micrófono para invocar a La Magdalena fue causa de irónicas y animosas críticas a posteori: “los catalanes inventasteis
el amor para no tener que pagar por follar” decía el más joven.
Homenaje a la mexicana Chavela Vargas |
Durante
más de tres horas que duró el concierto olvidamos justamente el único “pero”
que encontré anoche: el excesivo precio de las bebidas y los souvenirs. Sin
embargo, mereció la pena invertir en tamaños artistas. Los cuales “golpe a
golpe… verso a verso” han construido una historia, y nos la han contado de la
mejor manera posible.